Sí, el título de la receta engaña un poco, pero es como se denomina este delicioso entrante en el que el principal ingrediente es la cabeza de cerdo. Es un poco laborioso, pero el resultado es excelente.
Ingredientes
Para 6 personas
1/2 cabeza de cerdo
3 l. de agua mineral
2 cebollas
2 zanahorias
1 puerro
1 ramillete de hierbas aromáticas (tomillo, perejil, laurel, al gusto)
1 cucharada sopera de sal
1 cucharada de granos de pimienta negra
Para el picadillo:
2 cebollas
2 chalotes
1 diente de ajo
1 cucharada sopera de hierbas aromáticas finas
Para adornar:
lechugas
Elaboración
En una olla grande con agua, coceremos a fuego medio, la 1/2 cabeza de cerdo, las cebollas, las zanahorias, el puerro, el ramillete de hierbas aromáticas, la sal y los granos de pimienta negra metidos en una bolsita. Los dejaremos cocer un mínimo de 90 minutos, hasta que esté bien cocida.
Retiraremos la 1/2 cabeza de la olla, retirando todos los huesos. Reservar el caldo y sus ingredientes, a los que hemos retirado la bolsita de los granos de pimienta.
Trincharemos la carne no muy menuda.
Preparemos un picadillo fino con las cebollas, los chalotes, el diente de ajo y las hierbas finas.
Lo mezclaremos en un molde grande, tipo plumcake, junto con la carne picada, 2 o 3 cucharones del caldo de la cocción y el sazonado necesario, para ello probaremos la mezcla.
Lo dejaremos enfriar en la nevera. Al día siguiente aparecerá envuelto en gelatina.
Lo desmoldaremos y nos saldrá este bonito queso de cerdo. Con el caldo con sus ingredientes podemos hacer una sopa para cenar.
Lo presentaremos en una bandeja rodeado de las hojas de lechuga. Lo serviremos como entrantes cortado en lonchas gruesas.