Si no podemos disponer de un buen rodaballo salvaje, emplearíamos
rodaballos de ración, en este supuesto emplearíamos dos. El proceso
seguirá siendo el mismo, una receta sencilla y muy sabrosa.
Ingredientes
Para 4 personas
1 rodaballo salvaje
2 patatas medianas
1 calabacín
1 berenjena
6 dientes de ajo
sal y pimienta negra recién molida
aceite de oliva
perejil fresco
50 gr. de nueces sin cáscara
1 vaso de vino blanco seco (podemos emplear txacolí)
2 guindillas
20 ml. de vinagre
Elaboración
Precalentaremos el horno a 180°C.
Preparemos la picada de perejil y nueces, también podemos emplear almendras.
Verteremos un chorro generoso de aceite de oliva con un manojo
de perejil y las nueces.
Trituraremos a la máxima velocidad con una batidora.
Repartiremos en una bandeja de horno una cama de patatas, peladas y cortadas a rodajas, junto con la berenjena y el calabacín, cortados también en rodajas. Salpimentaremos y las rociaremos con aceite de oliva.
Las mezclaremos y hornearemos unos 20 minutos.
Transcurrido ese tiempo, sacaremos la bandeja del horno y colocaremos el rodaballo con la cabeza y los cortes hacia arriba. Salpimentar de nuevo.
Distribuiremos la picada de perejil y nueces y lo regaremos con un vaso de vino blanco.
Hornear durante 30 minutos por kg,.el tiempo, pues, depende del tamaño del rodaballo.
Mientras, picaremos los dientes de ajo junto con las guindillas, y los doraremos en un sartén con aceite
de oliva.
Cuando el
pescado esté casi en su punto, naparemos, incidiendo bien en los cortes con
este aceite aromatizado con ajo.
Meteremos de nuevo el rodaballo en el horno.
En la misma sartén verteremos el vinagre llevándolo a ebullición.
Sacaremos el pescado del horno y lo naparemos por encima, dejándolo 3 minutos más.
Retiraremos la bandeja del horno y pondremos los jugos en una salsera, con
cuidado de no quemarse.
Serviremos cada ración, acompañada de las
verduras, salseando todo con los jugos de cocción.