Un entrante diferente, muy sabroso. Fáciles de hacer y muy económico.
Ingredientes
2 berenjenas.
2 pechugas de pollo.
1 diente de ajo.
200 ml. de vino blanco seco.
1 cucharada de granos de pimienta verde.
1 cucharada de mostaza.
1 ramito de albahaca fresca.
4 cucharadas de nata líquida.
aceite de oliva.
sal.
Elaboración
Cortaremos las berenjenas, a lo largo, en láminas finas y las colocaremos, en solo una capa, en una bandeja de horno, sazonándolas con sal y regándolas con aceite de oliva.
Las introduciremos en el horno precalentado a 200ºC., durante unos 10 minutos, hasta que estén tiernas, pero no tostadas.
En una cazuela con aceite de oliva, pondremos las pechugas de pollo, regándolas con el vino blanco.
Añadiremos el diente de ajo pelado y abundante albahaca picada, dejándolas cocer, a fuego suave y tapadas, hasta que estén tiernas, pero no doradas.
Las batiremos junto con el ajo y un poco del caldo de la cocción, hasta reducirlas a puré, mezclándolo con albahaca picada, sal y la cucharada de granos de pimienta verde, reservándolo.
Verteremos el resto del caldo de la cocción en un cazo pequeño, añadiendo la mostaza y la nata líquida, rectificando de sal, dejándolo cocer, a fuego suave, hasta obtener una salsa cremosa.
Extenderemos las láminas de berenjena, repartiendo sobre ellas, el puré de pollo.
Las enrollaremos sobre si mismas, formando rollitos, sujetándolos con palillos de madera.
Los serviremos regados con la salsa anterior de mostaza.