Una manera diferente de consumir pizza. Esta vez emplearemos la misma pasta que hacemos servir, para elaborarlas, para hacer estos vistosos y sabrosos rollos.
Ingredientes
Para 12 rollos
300 gr. de harina
1 sobre de levadura seca de panadería
1 pizca de azúcar
100 gr. de queso cremoso a las hierbas
1/2 cucharadita de sal
1 cebolla
1 calabacín pequeño
50 gr. de jamón serrano
5 cucharadas de kétchup
sal y pimienta negra recién molida
1 cucharada de tomillo
100 gr. de queso parmesano rallado
harina, para espolvorear
125 ml. de agua mineral
Elaboración
Tamizaremos la harina en el recipiente del robot de cocina y haremos un hueco en el centro.
Añadiremos la levadura y el azúcar.
Cortaremos el queso en daditos y repartiremos, tanto los daditos como la sal, por los bordes del recipiente.
Verteremos el agua mineral tibia en el hueco y lo mezclaremos con el accesorio de amasar, hasta obtener una masa lisa.
Taparemos la masa con un paño de cocina y la dejaremos levar durante 1 hora, hasta que casi haya doblado el volumen.
Mientras, pelaremos y picaremos fina la cebolla.
Lavaremos el calabacín, le cortaremos las puntas y lo cortaremos en daditos.
Cortaremos el jamón en tiras finas.
Calentaremos el horno a 200 °C.
Estiraremos la masa sobre una superficie enharinada, hasta obtener un rectángulo de unos 20 X 30 cm.
Lo untaremos con el kétchup dejando un borde de 1 cm.
Repartiremos uniformemente la cebolla, el calabacín y el jamón, sazonándolo con sal, pimienta y tomillo al gusto.
Espolvorearemos la pizza con el queso rallado.
Enrollaremos la pizza por el lado ancho, presionando la doblez, para fijarlo.
Con un cuchillo fino, cortaremos la pizza en 12 rollos.
Los colocaremos sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear, dejándolos reposar 10 minutos.
Introduciremos la bandeja en el horno, a media altura, durante 20 minutos.