Unas brochetas que consumiremos como aperitivo, que tiene influencias de las cocinas china y japonesa combinadas con un toque europeo, muy típicas de la cocina de la Polinesia.
Ingredientes
Para 4 personas
3 cucharadas de salsa de soja oscura.
2 cucharadas de jerez seco o de sake.
1 cucharada de azúcar moreno.
2 cucharaditas de jengibre molido.
300 gr. de hígados de pollo, limpios.
8 lonchas de tocino ahumado sin corteza cortadas por la mitad.
200 gr. de castañas de agua en conserva, escurridas y cortadas en rodajas.
8 cebolletas cortadas a cuartos.
16 brochetas de madera.
Elaboración
Pondremos las brochetas de madera en remojo en agua, al menos durante 30 minutos.
En 1 vaso grande, mezclaremos la salsa de soja, el sake o el jerez seco, el azúcar moreno y el jengibre.
Con unas tijeras, cortaremos los hígados de pollo en 16 trozos grandes, desechando las partes descoloridas.
Ensartaremos en las brochetas de madera, primero 1 loncha de beicon y luego 1 trozo de hígado de pollo, 2 rodajas de castañas de agua, las dos al mismo tiempo, con cuidado de no romperlas y varios trozos de cebolleta.
La recubriremos con otra loncha de beicon y la ensartaremos en el extremo contrario, encerrando el contenido del rumaki en una especie de paquetito, llevando todos los insertados al extremo de la brocheta. Repetiremos la operación, hasta obtener 16 rumakis.
Los sumergiremos en el adobo que depositaremos en una bandeja, durante 10 minutos. Les daremos la vuelta dejándolos adobar 10 minutos más.
Precalentaremos una parrilla o mejor una barbacoa y asaremos los rumakis a una distancia del fuego de unos 10 cm. de 4 a 6 minutos por cada lado, hasta que estén bien dorados , bañándolos con el adobo, mientras los estamos asando. Si empleamos una parrilla, pondremos encima de ésta una hoja de papel de aluminio untada con aceite.