El salmón fresco es uno de los pescados más ricos en grasas Omega 3, ideales para dietas bajas en colesterol. Esta vez vamos a prepararlo dejándolo marinar, además de la sal y el azúcar con el aroma y sabor del eneldo.
Ingredientes
Para 6 personas
1 kg. de salmón fresco
20 gr. de eneldo
1/2 kg. de sal gorda
1/2 kg. de azúcar
1 cucharada de aceite de oliva
Para la salsa:
1 cucharada de miel
1 cucharadita de mostaza marrón
100 ml. de nata líquida
Elaboración
Al salmón fresco, limpio y sin cabeza, le quitaremos la espina central, espolvoreándolo con eneldo fresco.
También lo podemos pedir en la pescadería que nos lo hagan.
Por cada kilo de salmón, pondremos encima 1/2 kg. de sal gorda y 1/2 kg de azúcar, ambos mezclados.
Colocaremos los lomos de salmón bien rebozados con el azúcar, la sal y el eneldo sobre papel film, envolviéndolo 2 o 3 veces para que nos quede un paquete bien apretado, aplastándolo un poco. Le haremos unos pequeños agujeritos en la parte inferior para que salga el líquido.
Lo pondremos dentro de una fiambrera o un tuper, reservándolo en la nevera 2 días.
Le quitaremos el líquido que haya soltado. Si los lomos son muy gruesos, le daremos la vuelta al paquete y lo tendremos 1 día más.
Lo sacaremos, pasado ese tiempo y lo limpiaremos del azúcar y de la sal, frotándolo con un poco de aceite de oliva.
También lo podemos lavar debajo del grifo y luego secarlo muy bien.
Cortaremos los lomos en láminas muy finas con un cuchillo largo y muy afilado.
Si nos cuesta mucho cortar las láminas muy finas, podemos poner los lomos en el congelador durante 30 minutos para que coja más consistencia y nos facilite la labor.
La salsa con la que la acompañaremos, la haremos con la mostaza, la miel y la nata fresca, todo ello bien batido.
También se pueden servir simplemente aliñado con un buen aceite de oliva y unas tostadas.
Nota: En caso de no encontrar eneldo, podemos emplear estragón fresco.