Para la caramelizar la cebolla, debemos tener mucha paciencia. Cuanto más lento la cocinemos, mucho mejor. Hemos puesto 90 minutos, pero hay cocineros que emplean hasta cuatro horas, eso sí, siempre a juego muy lento, que en la primera hora, aun no veamos resultados. Después, para esta receta, freiremos unos buenos solomillos de cerdo, que luego cortaremos en filetes, a la hora de servirlo.
Ingredientes
2 solomillos de cerdo en una pieza.
1 kg. de cebollas.
1 vaso de vino oloroso.
aceite de oliva.
2 cucharadas de azúcar moreno.
sal.
pimienta negra recién molida.
4 tomates cherry (opcional)
Elaboración
Pelaremos y cortaremos las cebollas por la mitad y después las cortaremos en juliana fina.
Las pondremos en una sartén con un poco de aceite de oliva y las dejaremos cocer a fuego muy lento, removiéndolas con frecuencia para que no se peguen, al menos unos 90 minutos.
Mantendremos el fuego muy lento y añadiremos, poco a poco, el vino generoso junto con 2 cucharadas soperas de azúcar moreno, sin dejar de remover, hasta que la cebolla esté blanda y sin dejar que se seque.
Limpiaremos los solomillos de grasillas.
Los pondremos enteros en una sartén amplia con aceite de oliva y los iremos haciendo por todos los lados durante unos 10 minutos, dándoles la vuelta.
Salaremos y añadiremos pimienta negra recién molida.
Cortaremos los solomillos en filetes de 1/2 cm. de grosor.
Repartiremos en los platos la cebolla confitada, poniendo encima los filetes de solomillo, adornado con 1 tomate cherry abierto por la mitad.