Partiendo de un buen solomillo de cerdo, el resto, el de las verduras, podemos combinarlas con las que más nos apetezcan. Nostros los hemos cocinado con puerro, calabacín cebolla y tomate.
Ingredientes
Para 4 personas
1 solomillo de cerdo en una pieza (unos 800 gr.)
2 calabacines
2 puerros (solo la parte blanca)
1 cebolla tierna
2 tomates
2 dientes de ajo
aceite de oliva
sal
pimienta negra molida
Elaboración
Limpiaremos los puerros y los cortaremos en rodajas, solo la parte blanca. Los coceremos en una olla con agua y sal, durante 10 minutos. Los escurriremos y reservaremos.
Pelaremos y picaremos la cebolla. La añadiremos a una cazuela con 2 cucharadas de aceite de oliva, dejándola reblandecerse, durante 2 minutos.
Cortaremos los calabacines, sin pelar, en dados pequeños, agregándolos a la cazuela con los puerros y un poco más de aceite, dejándolos cocer unos 4 minutos, sin dejar de remover.
Escaldaremos los tomates, en agua hirviendo, durante 30 segundos. Los pelaremos y picaremos en brunoise. Los añadiremos a la cazuela con los dientes de ajo, enteros y sin pelar, aplastados.
En una sartén grande con un poco de aceite, sellaremos el solomillo por todos los lados. Lo salpimentaremos y pasaremos a una bandeja de horno.
Verteremos todas las verduras por encima y lo rociaremos con un poco de aceite.
Introduciremos la bandeja en el horno precalentado a 180ºC. durante unos 30 minutos, removiéndolo y girándolo un par de veces.
Lo dejaremos reposar unos 5 minutos y lo serviremos cortado en lonchas acompañadas de las verduras.