Si os gusta la cebolla, no dejéis de saborear esta excelente sopa de cebolla, con una aportación de vitaminas muy saludable. Para mi es una de las sopas que más me agradan. Fácil de elaborar y económica.
Ingredientes
50 gr. de mantequilla.
1 cucharada de aceite de oliva.
3 cebollas grandes.
2 dientes de ajo.
1 cucharada de harina.
1 l. de caldo de pollo.
200 ml. de vino blanco seco.
1 hoja de laurel.
2 ramitas de tomillo.
1 barra de pan.
180 gr. de queso Gruyère rallado.
sal gruesa.
pimienta negra.
Elaboración
Calentaremos en una cazuela, la mantequilla y el aceite, a fuego medio.
Una vez derretida la mantequilla, agregaremos las cebollas, cortadas en juliana fina, rehogándolas a fuego lento, hasta que estén blandas, durante unos 15 minutos.
Agregaremos los ajos majados y la harina y dejaremos rehogar durante 1 minuto más.
Incorporaremos el caldo de pollo, el vino blanco, la hoja de laurel y el tomillo. Lo salpimentamos todo y lo llevaremos a ebullición, dejándolo hervir durante 1 minuto, luego bajaremos el fuego al mínimo dejando cocer la sopa, durante 20 minutos más. Rectificamos de sal.
Llegado este punto, dejaremos reposar la sopa unos 30 minutos, para lograr un sabor mejor.
Antes de servir la sopa, pondremos en el horno precalentado, una bandeja con unas rebanadas de pan, hasta que estén doradas y las reservaremos.
Pondremos la sopa en unas cazuelitas refractarias ( que puedan ir al horno) y las cubriremos con las rebanadas de pan tostado.
Espolvorearemos por encima con el queso rallado y las metere mos en el horno, a gratinar, hasta que la superficie se dore y burbujee. Servir de inmediato.