Es muy importante no abrir el horno durante la cocción, ya que no nos subiría el soufflé.
Es el secreto para elaborar un buen soufflé. Lo serviremos de inmediato, antes de que se baje.Como las espinacas, al haber todo el año, gracias a los congelados, podemos elaborarla en cualquier época del año.
Ingredientes
500 gr. de espinacas congeladas.
50 gr. de mantequilla.
100 gr. de queso Gruyère rallado.
4 huevos.
50 gr. de jamón de York.
pimienta blanca molida, al gusto.
nuez moscada, al gusto.
sal, al gusto.
Elaboración
Descongelaremos las espinacas y las coceremos en una cazuela con 1/2 taza de agua mineral, durante 5 minutos; escurrirlas muy bien y picarlas finamente.
Derretiremos la mantequilla en una sartén, donde rehogaremos las espinacas unos 5 minutos, removiéndolas con una cuchara de madera.
Añadiremos las yemas de huevo, ligeramente batidas, la mitad del queso rallado, sal, pimienta blanca y nuez moscada.
Montaremos las claras de huevo a punto de nieve, y las agregaremos a la mezcla anterior, de forma envolvente, con mucha delicadeza, para que no pierdan el aire.
Engrasaremos un molde de soufflé con mantequilla y verteremos la mitad de la crema preparada.
Repartiremos el jamón picadito y el resto de la crema.
Espolvorearemos por encima el queso rallado y lo meteremos en el horno precalentado a 200ºC., unos 20 minutos, hasta que haya subido y la superficie esté dorada.