Exquisita, muy fina. Una tarta digna de presidir una buena mesa, para rematar una comida entre amigos o familiares. Una tarta de mousse de limón. En nuestro caso, aparte de la cobertura de gelatina, la decoraremos con láminas de chocolate blanco, pero podemos decorarla de la manera que más nos apetezca.
Ingredientes
Para 4 personas
100 gr. de galletas María.
50 gr. de mantequilla pomada.
100 ml. de zumo de limón.
1 sobre de gelatina neutra.
250 ml. de nata.
3 huevos.
3 cucharadas de azúcar.
la ralladura de la piel de un limón.
Para la cobertura:
1 sobre de sirope de limón en polvo.
4 cucharadas de agua mineral.
unas láminas de chocolate blanco.
Elaboración
Trituraremos las galletas María y las mezclaremos con la mantequilla.
Con esta mezcla, rellenaremos la base de un molde redondo desmontable, para tartas.
Calentaremos el zumo de limón en un cazo y disolveremos la gelatina neutra en él.
Montaremos la nata (debe estar muy fría de la nevera) y la reservaremos en el frigorífico.
Separaremos las yemas de las claras, montando estas últimas, a punto de nieve.
Batiremos con las varillas, las yemas con el azúcar, hasta que nos quede una mezcla blanquecina.
Añadiremos el zumo gelatinado, mezclándolo bien.
Sumaremos la nata montada, mezclándola y agregando la ralladura de limón, de forma envolvente, procurando que no baje demasiado.
Añadiremos las claras montadas, en 2 o 3 veces, mezclándolas con mucha suavidad, de forma envolvente, para que la mousse adquiere una textura esponjosa.
Verteremos la crema obtenida sobre la base de las galletas y la dejaremos en la nevera, un mínimo de 3 horas.
Para la cobertura, diluiremos el sobre de sirope de limón en el agua mineral. Si es necesario, añadiremos más, porque debemos conseguir una textura como de mermelada.
Retiraremos la tarta de la nevera y la cubriremos con el sirope de limón, la desmoldearemos y la decoraremos con las láminas de chocolate blanco.