Un delicioso tiramisú, que se aparta totalmente de la manera tradicional que todos conocemos. Una receta sorprendente y que hará ñas delicias de cualquier paladar.
Ingredientes
Para la crema blanca:
65 gr. de mascarpone
1 cucharilla de ron
1 yema de huevo
12 gr. de azúcar
10 ml. de nata
Para la crema de matcha:
son los mismos ingredientes que los de la crema blanca
1 cucharada sopera de matcha
Para el bizcocho blanco:
2 yemas de huevo
40 gr. de azúcar
50 ml. de leche
40 gr. de harina
2 claras de huevo
Para el bizcocho de macha:
son los mismos ingredientes que los del bizcocho blanco
1 cucharada de macha
Para tamizar:
10 gr. de azúcar glacé
10 gr. de matcha de primera calidad
Elaboración
Prepararemos el bizcocho de matcha en un bol, mezclando las yemas de huevo, el azúcar, la leche y el matcha pasado previamente por el tamizador.
Después añadiremos la harina también pasándola por el tamizador.
En otro bol prepararemos el bizcocho blanco mezclando las yemas de huevo, el azúcar y la leche.
Añadiremos la harina también tamizada.
En otro recipiente prepararemos el merengue, batiendo las claras de huevo a punto de nieve.
En dos moldes cuadrados, pondremos respectivamente las mezclas para el bizcocho blanco y otra para el bizcocho de matcha.
Introduciremos en el horno precalentado, cada molde, durante 15 minutos a 180ºC.
Para las cremas, mezclaremos el mascarpone, la yema de huevo, el azúcar y el ron.
Dividiremos la mezcla en 2 partes, y añadiremos el matcha a una de ellas.
Luego, incorporaremos la nata montada, mezclándola ligeramente.
Cortaremos los bizcochos por la mitad, horizontalmente.
Encima del bizcocho de matcha, lo untaremos con la crema verde.
Colocaremos encima el bizcocho blanco y lo untaremos con la crema blanca. De esta manera iremos creando varios pisos repitiendo la combinación de colores.
Una vez acabado, tamizaremos el azúcar glacé por encima, aplanaremos bien la superficie y tamizaremos el matcha, también.
Lo dejaremos reposar 2 horas en la nevera.
Cortaremos los bordes, para que el pastel quede bien recto, y ya podemos servirlo.