Otra deliciosa receta de la cocina japonesa. Marinaremos el pollo y luego los rebozaremos y freiremos, para que nos quede crujiente por afuera.
Ingredientes
Para 4 personas
8 muslos de pollo deshuesados (Se pueden cocinar con piel o sin piel).
aceite vegetal, para freír.
90 gr. de harina de maíz o de harina de Kara
age, para el rebozado.
mezclum de lechugas para la guarnición.
Para el marinado:
1 diente de ajo.
50 gr. jengibre fresco.
60 ml. sake o vino blanco seco.
60 ml. salsa de soja.
Elaboración
Rallaremos el ajo y el jengibre. Exprimirlo en un cuenco para extraer el jugo.
Añadiremos el sake (o vino blanco) y la salsa de soja. Y ya tenemos el marinado.
Cortaremos cada muslo de pollo en unos 4 trozos y los embadurnaremos en el marinado. Dejarlos reposar, marinándose, durante 30 minutos.
Calentaremos el aceite en una sartén o cacerola a unos 170ºC.
Sacaremos el pollo de la salsa del marinado y lo secaremos ligeramente con papel de cocina.
Una vez calentado el aceite, espolvorearemos el pollo con la harina hasta que quede recubierto de una fina capa para el rebozado.
Sumergiremos el pollo despacio en el aceite caliente. Para mantenerlo caliente, poner a freír pocos trozos a la vez. Dejarlos freír durante unos 4-5 minutos, hasta que quede dorado y crujiente, y cocido por dentro.
Cortaremos uno de los trocitos de pollo por la mitad para asegurarse de que esté bien hecho. Dejar escurrir el resto del pollo sobre papel de cocina para que se absorba el exceso de aceite.
Servir caliente o frío, acompañado de lechugas variadas. Opcionalmente, se puede condimentar con mayonesa.