Preparemos unas tiras gruesas de pollo, las cuales rebozaremos con la polenta, una pasta originaria de Italia que se hace con harina de trigo, que se puede consumir como una papilla caliente (en Cataluña les dicen "farinetes"), o para rebozados de costra dura.
Ingredientes
Para 4 personas
4 pechugas de pollo sin piel y deshuesadas
250 gr. de polenta precocida
8 cucharadas de queso parmesano en polvo
2 huevos
50 gr. de tomates secos
300 gr. de tomates cherry
3 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharaditas de pesto verde
800 ml. de agua mineral
125 ml. de crema de leche espesa
hojas de albaha
sal
pimienta negra molida
Elaboración
Cortaremos las pechugas de pollo en tiras más o menos gruesas.
Mezclaremos en un palto 50 gr. de polenta con 2 cucharadas de queso parmesano en polvo.
Batiremos los huevos en un plato hondo.
Sumergiremos las tiras de pollo en el huevo batido y luego las rebozaremos en el otro plato con la polenta y el queso, hasta que estén recubiertas de una capa fina, reservándolas en un plato.
En una fuente de horno pondremos los tomates secos troceados, los tomates cherry cortados por la mitad, el pesto verde, 1 cucharada de aceite de oliva, salpimentándolo al gusto. Los cocinaremos en el grill el horno precalentado durante 5 minutos.
En una olla con agua hirviendo, añadiremos la polenta restante, llevándola de nuevo a ebullición sin dejar de remover.
Agregaremos el resto de queso parmesano y salpimentaremos.
En una sartén con el resto de aceite caliente, freiremos las tiras de pollo durante unos 10 minutos, que nos quede con costra y doradas.
Volveremos a calentar la polenta a fuego suave, vertiendo poco a poco la crema de leche y algo de agua para que nos quede una crema suave.
Serviremos los platos, poniendo un fondo de polenta, encima los tomates y las tiras de pollo, decorándolo con hojas de albahaca.