Unas tortitas muy típicas de la cocina tailandesa, a base de pollo y muchos aditivos, como el curry, el jengibre y varios más. Para aquellos que disfrutan con este tipo de comidas exóticas.
Ingredientes
Para 4 personas
500 gr. de pechugas y muslos de pollo, sin piel y deshuesados.
2 cucharadas de pasta de curry tailandesa.
8 hojas de lima cafre fresca.
4 dientes de ajo.
1 trozo de jengibre fresco.
6 cucharadas de hojas de cilantro fresco picadas.
6 guindillas rojas o verdes pequeñas.
2 cucharadas de salsa de pescado tailandesa o salsa de soja clara.
4 cucharadas de fécula de maíz.
75 gr. de judías verdes.
2 cucharadas de aceite de cacahuete.
Elaboración
En una picadora o un robot de cocina, picaremos de forma gruesa, las pechugas y los muslos de pollo, sin piel y deshuesados.
Pondremos la carne picada en un bol y la mezclaremos con la pasta de curry tailandesa, roja o verde, las hojas de lima cafre fresca cortadas en tiras finísimas, los dientes de ajo picados, el jengibre sin pelar y rallado, el cilantro picado, las guindillas cortadas en rodajas finas, la salsa de pescado tailandesa y la mitad de la fécula de maíz.
Sostendremos las judías verdes, como si fuese un fajo y las cortaremos en diagonal en rodajas finísimas, poniéndolas en el bol anterior, mezclándolo todo muy bien, hasta obtener una mezcla homogénea.
Dividiremos la masa obtenida en 2 partes, luego en otras 2, así sucesivamente, hasta obtener 32 unidades.
Las aplastaremos con la palma de la mano, para que nos queden bien planas.
Las espolvorearemos con un poco de fécula de maíz.
Calentaremos una sartén antiadherente con 1 cucharadita y media de aceite de cacahuete, donde freiremos las tortitas de pollo, de 8 en 8, durante 1 minuto por cada lado, presionándolas con una espumadera, reservándolas en el horno caliente, hasta el momento de servir.
Añadiremos otra cucharadita y media de aceite de cacahuete, cada tanda de tortitas.
Podemos acompañarlas con hojas de lechuga, cuñas de lima, cebolletas o arroz cocido al vapor.