Siempre me ha hecho gracia, el título de ajo blanco a este plato tan refrescante y vitamínico, y que da a engaño. Muchas personas lo rechazan de antemano al oír el ajo. Sin embargo el ingrediente principal es la almendra molida.
Ingredientes
Para 4 personas
250 gr. de almendras crudas
125 gr. de miga de pan.
2 dientes de ajo.
8 cucharadas de aceite de oliva
3 cucharadas de vinagre
1,4 l. de agua mineral
sal
costrones de pan
Elaboración
En un mortero, pondremos los dientes de ajo pelados, las almendras crudas escaldadas y peladas (podemos comprarlas peladas), y un poco de sal, machacándolas, poco a poco, mojando la mano del mortero en un tazón de agua, de vez en cuando.
Cuando hayamos obtenido una pasta fina, le agregaremos la miga de pan empapada de agua y escurrida, mezclándola bien con la pasta anterior, añadiéndole, poco a poco, el aceite de oliva, batiendo sin cesar, como si se tratara de una mayonesa.
Cuando haya absorbido todo el aceite, le agregaremos 2 cucharadas de vinagre, aclarándolo con agua mineral, poco a poco.
Cuando esté bien desleído, lo verteremos en una sopera, vertiendo el resto de agua mineral, hasta completar los 1,4 l. Sazonaremos con sal.
Cortaremos unas rebanadas de pan de un dedo de grosor, tostándolas en el horno.
Cuando estén tostadas, las cortaremos en daditos, agregándolos a la sopera en el momento de servirlo.