Le diremos a nuestro proveedor habitual, que nos saque los filetes a los gallos, eliminando las espinas, (que podemos aprovecharlas para otro día hacer un fumet) , para poder cocinarlos de la manera como vamos a explicar en nuestra receta.
Ingredientes
Para 4 personas
800 gr. de gallos
3 cucharadas de harina
50 ml. de vino blanco seco
125 ml. de agua mineral
4 cucharadas de aceite de oliva
125 gr. de pan rallado
2 huevos
sal
aceite para freír
1 limón
Elaboración
Limpiaremos los gallos, quitándoles la piel y las espinas, sacando los filetes.
Los pondremos en una cazuela con un poco de zumo de limón, agua y sal, dándoles un hervor (2 a 3 minutos), dejándolos enfriar en el mismo caldo, reservándolos.
En un cazo pequeño, pondremos la harina, diluyéndola con el vino blanco, añadiendo las cucharadas de aceite frito y el agua hirviendo, y se deja cocer, hasta que quede como una bechamel espesa (unos 5 a 10 minutos), sazonándola con sal.
Incorporaremos los filetes de gallo, colocándolos sobre el mármol espolvoreado de harina.
Cuando estén fríos, los pasaremos por harina, después por huevo batido y, por último, en pan rallado.
Los freiremos en aceite caliente y cuando estén dorados los sacaremos.
Se sirven en una fuente, adornándolos con gajos de limón.