Este postre se basa en un principio de un bizcocho o genovesa, que una vez relleno con una mermelada, en nuestro caso de fresones, lo cubriremos con una preparación de helado de fresa y que congelaremos en la nevera, para darle dureza. Luego lo decoraremos y volveremos a congelar, hasta el momento de servirlo.
Ingredientes
1 bizcocho o genovesa.
500 gr. de fresones.
mermelada de fresa.
250 gr. de helado de fresas.
100 ml. de nata líquida.
50 gr. de azúcar glas.
hojas de menta fresca.
Elaboración
Partiremos el bizcocho o genovesa por la mitad horizontalmente.
Cubriremos la mitad de abajo con abundante mermelada de fresa, cubriéndola con la otra mitad de bizcocho.
En un cuenco grande, desharemos el helado de fresa, añadiendo el azúcar glas, la nata líquida y 3/4 partes de los fresones, el resto los reservaremos para decorar.
Pasaremos todos los ingredientes por la batidora y repartiremos por encima del bizcocho, una capa de 1 cm. de espesor.
Lo introduciremos en el congelador, hasta que esté bien helado (1 hora aproximadamente).
Cuando esté bien duro, lo sacaremos del congelador y lo adornaremos con los fresones reservados, unos cortados por la mitad, colocándolos alrededor del pastel y los otros cortados en láminas, poniéndolos encima de forma circular.
En el centro pondremos unos fresones cortados por la mitad y lo introduciremos de nuevo en el congelador.
En el momento de servir, lo decoraremos con unas hojitas de menta fresca.