En cuanto empiece el verano, encontraremos esta deliciosa fruta en nuestros mercados. Lo aprovecharemos para preparar este delicioso postre, en el que, primero haremos una crema pastelera, que nos servirá como base, para colocar encima los albaricoques, cortados por la mitad y sin hueso, bañándolos con el almíbar espeso y cubuertos con las almendras fileteadas, acabando la elaboración en el horno, para gratinarlos. Realmente un postre extraordinario.
Ingredientes
1/2 kg. de albaricoques
50 gr. de almendras fileteadas
2 vasos de agua mineral
1 vaso y 1/2 de azúcar
1 chorro de ron
Para la crema pastelera:
1/2 l. de leche
125 gr. de azúcar
1 bastón de canela en rama
4 yemas
40 gr. de maicena
1 corteza de limón
1 pizca de mantequilla.
Elaboración
Elaboraremos la crema pastelera con una parte de leche fría y pondremos la otra parte al fuego, junto con el azúcar, la canela y la corteza de limón.
Por otro lado, en un recipiente batiremos las yemas, la Maizena y la leche fría.
Cuando hierva la leche la colaremos sobre la mezcla anterior, la pondremos, a fuego lento, y no dejaremos de remover con una varilla. Lo dejaremos cocer durante unos 5 minutos.
Incorporaremos la mantequilla y verteremos toda la preparación sobre un recipiente para horno.
Cortaremos los albaricoques por la mitad, les quitaremos el hueso y los coceremos en la mezcla de agua, azúcar y ron, durante 3 minutos.
Escurriremos y colocaremos los albaricoques encima de la crema pastelera.
Dejaremos reducir el almíbar de cocer los albaricoques, hasta conseguir un jarabe espeso.
Salsearemos por encima de los albaricoques, espolvoreándolos con las almendras fileteadas y gratinándolos en el horno precalentado, hasta que queden dorados.