Ya llevamos muchos años, que en nuestras cocinas, solemos mezclar el sabor del mar con el de la montaña. Esta vez prepararemos unas albóndigas, que en esta ocasión las haremos con carne de conejo, que guiaremos junto con una buena sepia fresca. Hemos empleado también guisantes congelados, para poder hacer esta receta en cualquier época del año, pero si los tenemos de temporada, frescos, comprobaremos como mejora, y mucho, el sabor del guiso.
Ingredientes
Para 4 personas
1/2 conejo deshuesado, de la parte de atrás
300 gr. de carne picada de cerdo
1 huevo
1 sepia
2 rebanadas de pan pequeñas del día anterior
1 diente de ajo
2 ramitas de perejil
8 avellanas tostadas
8 almendras tostadas
2 ciruelas pasas
harina para rebozar
150 gr. de guisantes congelados
1 cebolla tierna
2 tomates maduros
aceite de oliva
pimienta negra
1 hoja de laurel
1 vaso de vino blanco
1/2 vaso de agua mineral
1 cucharadita de azúcar
sal
Elaboración
Hoy he hecho esta receta y me ha gustado, se sale de las típicas albóndigas de ternera.
He cortado el conejo a trozos y lo he puesto en la picadora.
En un bol grande he mezclado las carnes picadas, tanto las de conejo como las de cerdo, he puesto 1 huevo y he mezclado bien.
He triturado el pan, el diente de ajo, el perejil, las ciruelas, que las he partido un poco para que se picaran mejor, las avellanas y las almendras, lo he mezclado todo con las carnes, salpimentándolas, y he seguido amasándolo.
He formado bolas para hacer las albóndigas.
Las he pasado por harina y frito en una sartén con aceite de oliva.
A medida que las iba sacando de la sartén las iba poniendo en papel de cocina absorbente para eliminar el exceso de grasa, reservándolas.
En una cazuela con un poquito de aceite he pochado la cebolla a fuego suave hasta que ha estado blandita (unos 15 a 20 minutos).
He incorporado el tomate a trocitos pequeños, salpimentando y siguiendo haciendo el sofrito.
Cuando ha estado listo he puesto la sepia con su salsa, cortada a trozos pequeños, dejándola rehogar y añadiendo los guisantes congelados.
Después de darle unas cuantas vueltas, he vertido el vino, dejándolo un ratito para que se evaporara el alcohol.
Le he puesto 1 hoja de laurel y el agua mineral, sazonándolo con un poco de sal, dejándolo cocer durante 15 minutos, a fuego suave. He rectificado de sal y pimienta, y listo para servir.