Una manera más ligera de guisar una aleta de ternera, en la que esta vez la rellenaremos con un preparado de espinacas, de las que solo emplearemos las hojas, y cebolla, para luego cocerla con el vino y el agua mineral, al que agregaremos la zanahoria, los ajos y el laurel.
Ingredientes
700 gr. de aleta de ternera (en una pieza).
1 manojo de espinacas.
1 cebolla.
2 zanahorias.
6 dientes de ajo.
1 cucharada de harina.
100 ml. de aceite de oliva.
sal.
pimienta negra molida.
1 hoja de laurel.
1 chorrito de vino blanco seco.
agua mineral.
Elaboración
Lavaremos las espinacas, eliminaremos los tallos duros, las cortaremos en juliana y las coceremos con agua hirviendo con sal, durante 3 minutos; las colaremos y dejaremos escurrir, hasta que se enfríen.
Picaremos la cebolla en trocitos pequeños y la sofreiremos en una sartén con aceite de oliva.
Agregaremos las espinacas, mezclándolas y salpimentándolas. Las dejaremos enfriar.
Les añadiremos 1 cucharada de harina y la mezclaremos bien.
Limpiaremos la carne de grasillas y la extenderemos sobre una superficie.
La salpimentaremos y rellenaremos, colocando en el centro la mezcla de espinacas. La enrollaremos y ataremos con hilo de cocina.
Pondremos una cazuela con aceite de oliva y doramos la carne por todos los lados.
Pelaremos la zanahoria y los dientes de ajo, y los añadiremos a la cazuela, los ajos enteros, las zanahorias cortadas en bastones, 1 hoja de laurel y 1 chorro de vino blanco.
La cubriremos con agua mineral y lo dejaremos cocer, a fuego medio, durante 90 minutos, dándole vueltas de vez en cuando.
La serviremos cortada en lonchas gruesas, acompañándolas al gusto.