Procuraremos emplear unas almejas de buen tamaño, para que podamos disfrutar de su sabor y textura. Las guisaremos en un sofrito que haremos de cebolla, jamón, tocino y un majado de ajo y perejil.
Ingredientes
Para 4 personas
1 kg. de almejas.
100 gr. de jamón serrano.
50 gr. de tocino entreverado.
1 cebolla grande.
1 diente de ajo.
200 ml. de vino blanco seco.
1 cucharada de harina.
1 cucharada de pimentón dulce.
4 cucharadas de aceite de oliva.
2 cucharadas de perejil picado.
sal.
Elaboración
Pondremos las almejas en un recipiente hondo cubiertas de agua fría y 1 puñado de sal, dejándolas durante unas 2 horas, antes de empezar a elaborar el plato.
Seguidamente, lavaremos las almejas muy bien bajo el chorro del agua fría; escurrirlas y reservarlas.
Pelaremos la cebolla y la picaremos finamente.
Calentaremos el aceite en una cazuela y rehogaremos la cebolla, a fuego suave, hasta que esté transparente (unos 15 a 20 minutos).
Incorporaremos la harina y el pimentón, dándoles unas vueltas.
Agregaremos el jamón cortado a trocitos y el tocino picado.
Subiremos el fuego un poco, rehogándolos y removiéndolos a menudo con una cuchara de madera.
Regaremos todo con el vino blanco, removiéndolo y dejándolo cocer unos 5 minutos.
Pelaremos el diente de ajo y lo picaremos, en el mortero junto con el perejil, machacándolo con un poco de sal, hasta conseguir una pasta.
Incorporaremos las almejas a la cazuela, añadiendo el majado, mezclándolo todo bien.
Taparemos la cazuela y la dejaremos cocer, a fuego lento, unos 5 minutos, hasta que se abran las almejas (retirar las que no se hayan abierto) .
Servir bien calientes, presentándolas en la misma cazuela.