Si disponemos de unas buenas almejas, bien frescas, podemos elaborarlas al estilo de esa zona tan bonita del país. Siempre pondremos en remojo las almejas en agua con un buen puñado de sal, para que suelten la posible arenilla que pudiesen llevar. Rechazaremos después aquellas que no se lleguen a abrir.
Ingredientes
1.200 gr. de almejas de Cantabria.
2 dientes de ajo.
1 cebolla mediana.
unas ramitas de perejil.
aceite de oliva virgen extra.
1 vaso, de los de vino, de vino blando seco.
el mismo vaso de agua mineral.
1 cucharadita de harina.
sal.
cayena (opcional).
Elaboración
Pondremos las almejas en un recipiente cubiertas de agua con un puñado de sal agua, durante 2 horas. Después de este tiempo, las lavaremos bien.
En un mortero, machacaremos el perejil y los dientes de ajo.
Calentaremos el aceite de oliva en una cazuela un poco ancha, a fuego suave, agregando la cebolla muy picada, dejándola cocer, hasta que esté blanda, pero sin que llegue a dorarse, a fuego lento.
Espolvorearemos todo con la harina, revolviéndolo un poco con una cuchara de madera.
Añadiremos el ajo y el perejil machacados.
Verteremos el vino blanco y otro vaso igual de agua mineral, sazonándolo con un pellizco de sal y de cayena (opcional).
Incorporaremos las almejas, mezclándolas bien en la salsa, dejándolas cocer, hasta que estén bien abiertas.
Servir de inmediato.