Os recomiendo para elaborar esta receta que empleéis almeja de calidad, la gallega por ejemplo. Un plato fácil de hacer y que os hará las delicias de vuestros paladares, ideal para incluirlo en el menú de primeros de año, para hacer una buena entrada. Un consejo, no hervirlas demasiado, perderíamos el agradable sabor del mar.
Ingredientes
800 gr. de almejas.
1 cucharada de cebolla picada.
2 dientes de ajo.
1/2 cucharada de pan rallado.
100 ml. de vino blanco seco.
1/2 limón (su zumo).
perejil.
1 guindilla.
aceite de oliva.
sal.
Elaboración
Lavaremos las almejas varias veces en agua fría, las escurriremos y pondremos en una cazuela, a fuego vivo, con 1/2 cazo de agua mineral.
A medida que se vayan abriendo, las iremos retirando con la espumadera, eliminando la concha que no lleva la carne, poniéndolas en una cacerola.
Colaremos con un colador fino el caldo que soltaron, pasándola por un paño, reservándolo al calor.
En un una sartén con un poco de aceite de oliva, freiremos la cebolla bien picada y el ajo picado menudísimo, agregando el pan rallado y el perejil muy picado, rehogándolo todo.
Verteremos el caldo reservado de las almejas, el vino blanco, el zumo del limón y la guindilla, dándole un hervor.
Agregaremos la salsa anterior sobre las almejas, dejándolas hervir a fuego lento, durante unos 10 minutos, sazonándolas con sal.
Servirlas de inmediato.
Nota: La salsa debe quedar espesa. Si nos quedara clara, le añadiríamos un poco más de pan rallado y si estuviera demasiado espesa, le agregaríamos un poco de agua mineral .