Una anchoa, si la preparamos bien, es uno de los entrantes más sabrosos, empleando, eso sí, un buen aceite de oliva. Las marinaremos primero con el zumo de limón, luego las rociaremos con el aceite de oliva y las espolvorearemos con el ajo, el perejil y la guindilla, todos ellos picados.
Ingredientes
Para 4 personas
600 gr. de anchoas frescas.
6 limones (su zumo).
4 dientes de ajo.
perejil.
1 guindilla.
sal.
aceite de oliva.
mantequilla.
Elaboración
Quitaremos las espinas de las anchoas con mucho cuidado, dejándolas unidas por la cola. Las lavaremos y secaremos bien.
Las colocaremos en una fuente de cristal honda y las cubriremos con el zumo de limón, dejándolas macerar en la nevera o en algún lugar fresco, durante 24 horas, añadiendo más zumo de limón si fuese necesario, para que siempre estén sumergidas.
Picaremos los dientes de ajo y el perejil, mezclándolo con la guindilla picada.
Escurriremos las anchoas, poniéndolas en una fuente, sazonándolas ligeramente.
Las espolvorearemos con el ajo, el perejil y la guindilla, picados y las aliñaremos con abundante aceite de oliva.
Podemos servirlos como entrantes, acompañados con unas nueces de mantequilla aparte y unas tostadas de pan .