La pasta no debería faltar en alguno de nuestros platos semanales. Por ejemplo estos macarrones que los vamos a guisar, con una buena sala de tomate con cebolletas, junto con las aceitunas, negras o blancas, para darle un toque de color, el aroma que le aportará el laurel y un punto picante poniéndole una guindilla.
Ingredientes
350 gr. de bacalao desmenuzado en remojo.
400 gr. de macarrones.
6 tomates maduros.
2 cebolletas.
2 hojas de laurel.
1 trozo de guindilla roja.
aceite de oliva.
100 ml. de vino blanco seco.
50 gr. de aceitunas deshuesadas (blancas o negras).
perejil.
Elaboración
Pondremos el bacalao en remojo, durante 48 horas. Una vez remojado, lo escurriremos, secaremos y lo desmenuzaremos, procurando eliminar bien las espinas.
Escaldaremos los tomates en agua hirviendo, durante unos segundos, los pelaremos, eliminaremos las semillas y los cortaremos en rodajas.
Seguidamente limpiaremos las cebolletas, las picaremos bien y las sofreiremos en una cacerola con aceite de oliva.
Cuando estén tiernas, incorporaremos el bacalao desmenuzado, rehogándolos, durante unos 10 minutos, removiéndolo con una cuchara de madera.
Rociaremos el bacalao con el vino blanco, dejándolo evaporar y añadiremos los tomates, la guindilla y las hojas de laurel junto con 1 cazo de agua hirviendo.
Taparemos la cacerola y lo dejaremos cocer, a fuego lento, durante 1 hora, añadiendo más agua hirviendo, si fuese necesario.
Coceremos los macarrones en abundante agua hirviendo con sal, hasta que estén al dente, el tiempo nos lo indicará el envoltorio.
Los escurriremos y los incorporaremos a la cacerola con el bacalao.
Añadiremos el perejil picado muy fino y las aceitunas deshuesadas, removiéndolo varias veces.
Servir de inmediato.