Un plato muy típico que solemos degustar cuando estamos en zonas rurales. La aportación de la morcilla a la berza, hara que la verdura tenga otro sabor más agradable.
Ingredientes
1 berza
2 morcillas de cebolla
8 cucharadas de aceite de oliva
4 dientes de ajo laminados
sal
Elaboración
Partiremos la berza en 2 partes. Eliminaremos el tallo grueso central y soltaremos las hojas.
En lo posible, retiraremos el grueso y duro tallo que atraviesa la base de las hojas.
Pondremos una cazuela con abundante agua ligeramente salada a hervir.
Lavaremos las hojas, secándolas y cortándolas en pedazos medianos, los agregaremos a la cazuela, en el agua hirviendo, dejando que hierva, destapado, unos 40 minutos.
Escurriremos la berza y la mantendremos en la cazuela de la cocción.
Mientras, prepararemos un sofrito, con el aceite y los ajos, en una sartén; cuando estén dorados, lo verteremos, colado, sobre la berza.
Si es necesario sazonaremos ligeramente, mezclándolos para que se empapen bien y la serviremos con la morcilla frita, que la hemos pinchado y entera, en una sartén, con unas gotas de aceite, la doraremos, a fuego suave, dando la vuelta las veces que sean necesarias, hasta que quede muy tostada y se dore en su propia grasa.
En el momento que veamos que está caliente y a punto de reventar, la trocearemos y serviremos con la berza recién cocida.