Vamos a preparar unos bocaditos, que nos pueden servir como entrantes o como aperitivos, recepciones etc. Los haremos con pasta de pizza, que rellenaremos con tomate frito, queso y rodajas de tomate. Después los espolvorearemos con queso rallado, una vez los hemos pintado con huevo batido, acabándolos en el horno.
Ingredientes
Para 6 raciones
180 gr. de agua mineral
1 sobre de levadura de panadería instantánea
50 gr. de aceite de oliva virgen extra
180 gr. de harina de repostería
180 gr. de harina de fuerza
10 gr. de sal
1 cucharada de orégano seco
120 gr. de tomate frito
100 gr. de queso rallado emmental
18 rodajas de tomate finas
1 huevo batido
aceite para engrasar el molde
queso rallado, para espolvorear
Elaboración
Pondremos en el vaso el agua mineral, la levadura y el aceite de oliva, programando 1 minuto, 37ºC., velocidad 1.
Incorporaremos las harinas de repostería y fuerza, la sal y el orégano y amasaremos 2 minutos/espiga.
Dejaremos levar la masa en el interior del vaso, hasta doblar su volumen, aproximadamente unos 30 minutos, dependiendo de la temperatura ambiente.
Calentaremos el horno a 200ºC.
Untaremos un molde desmontable con aceite, de diámetro 24-26 cm.
Retiraremos con cuidado la masa del vaso y la amasaremos de nuevo, sobre una superficie enharinada, esta vez con las manos.
La dividiremos en 18 trozos, que aplastaremos con el rodillo o con la mano, formando unos círculos de unos 9 a 10 cm. A medida que los vamos aplastando, los iremos tapando con un paño, para que no se sequen.
En cada círculo, pondremos en el centro, una cucharadita de tomate frito, un poco de queso rallado emmental y 1 rodaja de tomate, cerrándolo formando pliegues, repitiendo la operación hasta acabar con el resto de ingredientes.
Colocaremos las bolas en el molde, colocando la primera en el centro y el resto a su alrededor.
Las pintaremos con el huevo batido y las espolvorearemos con el queso rallado.
Introduciremos el molde en el horno, durante 20 a 25 minutos.
Desmontaremos el aro del molde y los dejaremos enfriar.