A mi personalmente, me gusta más la carne de este marisco que la de la langosta, la encuentro más sabrosa con más gusto a mar. Esta receta es la más sencilla de cocinar un bogavante, es la que mejor puede apreciarse el sabor de este crustáceo, después podemos acompañarlo con cualquier tipo de salsa o simplemente con el majado que figura en la receta. Un consejo, siempre hay que comprarlos vivos y que sean frescos, ya que, aunque viven bastantes días, pierden peso con el paso del tiempo.
Ingredientes
2 bogavantes vivos de unos 900 gr. cada uno.
pimienta negra recién molida.
sal.
aceite de oliva virgen extra.
Para el majado:
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
1 cuharadita de zumo de limón
1/2 cucharada de perejil picado.
Elaboración
Con mucho cuidado, con un cuchillo de cocina grande o de sierra, partiremos los bogavantes por la mitad longitudinalmente, desde la punta de la cabeza a la punta de la cola.
Lo haremos cogiéndolos con las manos, con cuidado de las pinzas (si están sujetas con una goma no hay problema), encima de una fuente para recoger todos los jugos y corales del bogavante.
Separaremos las 2 mitades y las salpimentamos.
Sobre una plancha de cocina, rociada con aceite de oliva, muy caliente, colocaremos las mitades por la parte de la carne, dejándola que se haga, durante 2 minutos y le daremos la vuelta. No asarlas demasiado, para no perjudicar su sabor y que la carne no quede demasiado hecha.
Prepararemos un majado con 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 cucharadita de zumo de limón, y 1/2 cucharada de perejil picado, machacándolo todo bien.
Lo verteremos junto con los jugos recogidos, por encima de la carne de los bogavantes.
Los dejaremos cocer otros 3 minutos y pondremos los bogavantes sobre una fuente calentada, para servir.
Podemos acompañarlos con diversas salsas (rosa, may onesa, etc.) o sencillamente tal como están, de esta manera apreciamos mejor el sabor del marisco.