Excelente receta en la combinamos una exquisita brandada de bacalao, con el calabacín y unos frutos secos. Además de que tiene una bonita presentación, la variedad de sabores lo hace aun más interesante.
Ingredientes
500 gr. de bacalao remojado
100 ml. de agua mineral
200 m. de aceite de oliva extra virgen
30 ml. de crema de leche
2 calabacines grandes
1 bolsa de quicos (maiz tostado) (maiz tostado)
1 lata de pimientos del piquillo
80 gr. de pistachos
8 dientes de ajo
sal
100 ml. de leche
Elaboración
Quitaremos la piel del bacalao mirando que no haya ninguna espina. Cortarlo a dados.
Pelaremos los ajos y cortarlos en láminas finas.
Cortaremos el calabacín a tiras muy finas. Escaldarlas y refrescarlas.
Cortaremos los pimientos del piquillo a tiras de la misma medida que los calabacines.
Trituraremos los pistachos, con el agua y la leche, rectificando de sal.
Picaremos en un mortero unos cuantos quicos (maíz tostado).
En un cazo con un poco de aceite, a fuego medio, doraremos unos ajos, para tener un aceite perfumado. Los retiraremos y mantendremos el aceite caliente.
Colocaremos el bacalao en una cazuela, cubriéndolo justo de agua, a fuego lento, dejándolo cocer, hasta que arranque el hervor.
Lo escurriremos y pondremos en un bol, que no sea de plástico.
Verteremos el aceite perfumado caliente y lo trituraremos, junto con el bacalao, con el minipimer.
Añadiremos la crema de leche, continuando triturando.
En una mesa de trabajo, colocaremos las tiras de calabacín y de piquillo.
En un extremo de las tiras pondremos 1 cucharada de brandada y la envolveremos en forma de canelón.
En una bandeja de horno, montaremos las 4 raciones, haciendo parejas de colores como un tablero de ajedrez.
Precalentamos el horno a 180ºC. y los coceremos durante 10 minutos.
A la hora de servir, pondremos 1 cucharada de salsa de pistachos caliente en la base del plato y la extenderemos.
Encima montaremos las raciones anteriores de la misma forma que la bandeja del horno y finalmente tiraremos la picada de quicos. Servir de inmediato.