Un buñuelo muy clásico, al que, una vez formado y frito, lo anisaremos y espolvorearemos con el azúcar. Los freiremos con un aceite neutro, como el se girasol, para no aportar otros sabores al buñuelo y poder apreciar, el sabor del anís. Podemos consumirlos a media tarde, acompañada con un buen café o una copita de vino dulce.
Ingredientes
Para 6 personas
60 gr. de levadura de panadero.
190 ml. de leche.
1 huevo.
500 gr. de harina.
1 pellizco de sal.
100 gr. de azúcar.
50 gr. de mantequilla.
1 limón (su ralladura).
1 copa de anís.
azúcar para espolvorear.
aceite de girasol.
Elaboración
Mezclaremos bien en un bol la levadura con la leche.
Seguidamente añadiremos el huevo batido, removiéndolo bien.
A continuación iremos agregando la harina, la sal, el azúcar, la mantequilla y la ralladura de limón, amasándolo todo con las manos, hasta obtener una masa homogénea.
La colocaremos en un recipiente, tapada con un paño de cocina, dejándola reposar, a temperatura ambiente, hasta que casi doble su volumen, durante unos 40 minutos.
Cuando la masa haya subido, formaremos bolitas de unos 15 gr. y las dejaremos reposar unos 10 minutos más.
Freiremos las bolitas en una sartén con abundante aceite de girasol caliente (no demasiado caliente), durante unos 4 minutos, por tandas .
A medida de que se vayan haciendo los buñuelos, los iremos retirando con un colador, para eliminar el exceso de aceite, poniéndolos sobre una bandeja.
Los pintaremos con el anís y los espolvorearemos con azúcar.
Los dejaremos enfriar y ya podemos consumirlos.