Los buñuelos, son otro de los platos que pueden hacerse de infinidad de maneras, tanto dulces como salados. Esta vez emplearemos unos excelentes sesos de cordero, con ello obtenemos un agradable sabor y textura.
Ingredientes
3 sesos de cordero.
250 gr. de harina.
2 huevos.
aceite de oliva.
sal
vinagre.
gotas de zumo de limón.
ron o brandy.
2 cucharadas de levadura de cerveza.
salsa bearnesa. (ver receta en esta web).
Elaboración
Sumergiremos los sesos en agua avinagrada, durante 30 minutos.
Seguidamente los sacaremos y pondremos escaldar unos segundos en agua hirviendo.
Les retiramos la piel y las venillas que hayan podido quedar, volviéndolas a poner en agua hirviendo, en la que le hemos añadido 1 pellizco de sal y unas gotas de zumo de limón, hasta que termine la cocción. Los sacaremos del agua y los dejaremos enfriar.
Los cortaremos en cuartos.
En una fuente honda pondremos la harina con 1 pellizco de sal y 2 cucharadas soperas de levadura de cerveza.
Abriremos un cráter en el montón, donde verteremos las 2 yemas de huevo, 1 cucharada de aceite de oliva, 1 chorrito de brandy o ron y un poco de agua mineral. Lo removeremos bien, hasta obtener una mezcla con la textura de papilla.
La dejaremos reposar 2 horas para que fermente.
Pasado ese tiempo, batiremos las claras de huevo a punto de nieve y las mezclaremos con delicadeza con la papilla anterior.
Saltearemos brevemente los trozos de sesos en una sartén con un poco de aceite.
Pondremos una sartén con abundante aceite caliente y freiremos los sesos bañados en la papilla. Es importante que los buñuelos queden bien inflados. Los dejaremos escurrir sobre papel absorbente.
Los serviremos en una fuente acompañados de la salsa bearnesa, la cual hemos calentado al baño María, sirviéndola en una salsera aparte.