Para esta receta, os deben gustar este tipo de ingredientes, ya que a muchas personas les da un repelús, el ver una cabeza de cordero así. Aparte de estas divagaciones, el plato en sí queda muy sabroso, además como las asaremos junto con unas patatas, éstas quedarán impregnadas con las grasillas que suelte las cabezas. Un plato muy popular por tierras aragonesas.
Ingredientes
4 cabecillas de cordero.
1 cabeza de ajos.
3 ramitos de perejil.
300 cc. de vino blanco seco.
400 cc. de agua mineral.
1 chorrito de vinagre de vino.
6 patatas medianas.
sal.
pimienta negra molida.
aceite de oliva.
Elaboración
Prepararemos las cabecillas, bien limpias y abiertas por la mitad, salpimentándolas.
Pelaremos las patatas y las cortaremos en rodajas de 0,5 cm. de grosor aproximadamente.
Cubriremos el fondo de una bandeja para horno, untada con mantequilla y aceite, con las rodajas de patata, poniendo encima las cabecillas de cordero, con la cara que contiene los sesos hacia arriba, rociándolo todo con aceite de oliva.
Con los ajos y el perejil, haremos una picada, en un mortero, añadiremos el vino blanco, el agua mineral y el vinagre, removiéndolo, para que se mezcle todo bien, echándola por encima de las cabecillas y las patatas, parte del majado.
Precalentaremos el horno a 200ºC., cuando coja la temperatura meteremos la bandeja en el horno, dejándolas asar, e iremos añadiendo el majado según vaya perdiendo líquido, podemos emplear del orden de unos 60 minutos.
Servir de inmediato.