Unos calamares rellenos muy típicos de estas costas catalanas. El relleno tiene una variante en la que se añade, además de la carne picada de cerdo, las aletas de los calamares junto con la cebolla, el tomate y el pan rallado. Bien cocinados, para que los calamares queden bien tiernos, con la ayuda del vino blanco.
Ingredientes
Para 4 personas
8 calamares medianos. 100 gr. de carne magra de cerdo picada.
50 gr. de jamón serrano.
2 cebollas.
1 bote de puré de tomate.
50 gr. de pan rallado.
2 dl. de vino blanco seco.
aceite de oliva.
sal.
pimienta blanca.
perejil.
2 huevos duros (opcional).
Elaboración
Limpiaremos bien los calamares, procurando que tanto las bolsas como las patas queden enteras.
En una sartén con aceite de oliva, rehogaremos la cebolla, bien picada, durante unos 15 minutos, a fuego suave.
Cuando empiece a dorarse, añadiremos las aletas de los calamares, cortadas a trocitos, la carne picada de cerdo y el jamón bien picadito, dándoles unas vueltas.
Agregaremos el pan rallado, el perejil, bien picado y 2 cucharadas de puré de tomate, lo salpimentaremos y removeremos, hasta conseguir una mezcla homogénea.
Rellenaremos los calamares con esta mezcla y los coseremos con un palillo, cogiendo también las patas que hemos reservado de los calamares, para que parezcan que están enteros.
En una cazuela de barro con aceite, doraremos la otra cebolla, también bien picada, añadiéndole el resto de puré de tomate, dejándolo sofreír unos 10 minutos.
Colocaremos los calamares rellenos encima, rociándolos con el vino blanco y rectificando de sal. Taparemos la cazuela, dejándolos cocer, hasta que estén tiernos, procurando de que no se peguen a la cazuela (de 15 a 20 minutos).
Los presentaremos en la misma cazuela, espolvoreados por encima con huevo duro rallado (opcional) y un poco de perejil.