Como ya estamos en plena temporada del calçot, una manera de consumirlos en casa, debido a que no tenemos el típico fuego hecho con sarmientos, es como los vamos a elaborar a continuación. Quedan muy sabrosos, ya que los continuamos untando en esa famosa salsa para calçots, que si no podéis elaborarla, la encontraréis en conserva.
Ingredientes
Para 2 personas
20 calçots
harina
2 huevos
sal
agua muy fría
aceite para freír
salsa de calçots (se vende en bote)
Elaboración
Pelaremos los calçots y cortaremos un poco las puntas, para dejarlos todos más o menos a la misma medida.
En una olla con agua hirviendo y sal, escaldaremos los calçots, durante 3 minutos. Los sacaremos y secaremos con un paño.
Mientras en un bol batiremos el huevo (1 huevo para 8 calçots más o menos).
Una vez batido el huevo le agregaremos la harina, hasta tener una pasta compacta.
A continuación le añadiremos agua muy fría y la sal, mezclándolo bien todo, hasta que la masa quede fina, pero que cuando metamos el calçot, este se adhiera la masa.
Los rebozaremos y freiremos en abundante aceite caliente, hasta que estén dorados.
Una vez fritos, los dejaremos escurrir sobre papel absorbente, para eliminar el aceite sobrante.
Los serviremos acompañados de la típica salsa de calçots (ver receta) .