Creo que en nuestra web tenemos infinidad de recetas de este producto. Como podemos rellenarlos con los ingredientes que más nos interesen, el resultado siempre será fantástico. Esta vez vamos a hacerlos muy vegetales, los vamos a rellenar con una sanfaina, en la que incluiremos unas setas de cardo. Podemos emplear cualquier tipo de seta que nos interese.
Ingredientes
12 placas de canelones.
300 gr. de setas de cardo (gírgolas).
2 berenjenas grandes.
1 cebolla grande.
1 pimiento rojo.
300 gr. de tomates maduros.
2 cucharadas de harina.
1 dl. de vino blanco seco.
aceite de oliva.
sal.
50 gr. de queso rallado.
Para la salsa bechamel:
1/2 l. de leche.
30 gr. de harina.
40 gr. de mantequilla.
sal.
nuez moscada.
Elaboración
Coceremos las placas de canelones, en abundante agua salada, durante unos 12 minutos o el tiempo que nos indique el envoltorio.
Las sacaremos y pondremos sobre un paño limpio de cocina, para que se escurran.
En una cazuela con aceite, rehogaremos la cebolla, cortada a daditos pequeños.
Cuando empiece a tomar color (unos 15 minutos), añadiremos el pimiento cortado en trocitos, dejándolo cocer unos minutos.
Pelaremos las berenjenas, cortándolas a dados y las agregaremos a la cazuela, dejándola cocer, a fuego suave, hasta que todas las verduras estén tiernas (unos 10 a 15 minutos).
Escaldaremos los tomates, los pelaremos y retiraremos las semillas, los picaremos y añadiremos al guiso.
Limpiaremos las setas y las saltearemos en una sartén aparte, durante 5 minutos, luego, las cortaremos a trocitos, incorporándolos a la cazuela, mezclándolos con la sanfaina.
Añadiremos la harina y el vino blanco, removiéndolo, hasta que espese.
Lo verteremos sobre una fuente, dejándolo enfriar.
Repartiremos el relleno sobre las placas de canelones, los enrollaremos y colocaremos en una fuente de horno, untada de mantequilla, sin que se toquen entre ellos.
Haremos una salsa bechamel, con la leche, la harina, la mantequilla, la sal y la nuez moscada.
Verteremos la bechamel sobre los canelone s, cubriéndolos y espolvoreándolos con el queso rallado, gratinándolos en el horno precalentado, hasta que estén dorados.