Como que con los caracoles, podemos elaborar un montón de recetas. Esta vez haremos unos, como los cocinan en alguna de las poblaciones andaluzas. El secreto es, que una vez guisados, los dejaremos reposar 24 horas, de esta manera, el picante y el aroma del comino, quedará más impregnado, por lo que tendremos un sabor estupendo.
Ingredientes
Para 6 personas
2 Kg. de caracoles
2 cebollas grandes
2 tomates maduros
1 guindilla
1 cucharada de cominos
60 ml de aceite de oliva
sal
pimienta negra
1 ramita de tomillo
Elaboración
Lavaremos bien los caracoles, dándoles varias aguas. Los pondremos en una olla con agua y sal y un ramito de tomillo, dejándolos cocer, primero a fuego fuerte, hasta que arranque a hervir y luego, bajando el fuego, durante 20 minutos, espumándolos de vez en cuando. Los escurriremos y reservaremos algo del caldo.
Pelaremos y picaremos las cebollas muy menudas.
Escaldaremos los tomates, pelándolos y picándolos.
Pondremos a calentar el aceite en una cazuela y añadiremos la cebolla, rehogándola, hasta que esté muy blanda y empiece a dorarse (unos 10 a 15 minutos).
Agregaremos los tomates picados, dejando que se reduzca bien el sofrito (unos 5 a 10 minutos más).
Añadiremos guindilla al gusto.
Picaremos los cominos en el mortero, añadiéndolos a la cazuela, un momento antes de retirar el sofrito del fuego.
Incorporaremos los caracoles a la cazuela, salpimentándolos al gusto, agregándoles 1 cazo del caldo de la cocción de los caracoles, dejándolos cocer todo junto, durante 10 minutos.