En Francia, es costumbre saborear sus caracoles, que son o emplean de gran tamaño, en los que, después de cocerlos brevemente, los sacan de sus conchas,los vuelven a cocer, ya con unas verduras. Los vuelven a introduc ir en sus conchas junto con la preparación de mantequilla, perejil y ajo. Resultan verdaderamente sabrosos para consumirlos como entrantes.
Ingredientes
48 caracoles grandes.
1 cebolla.
2 zanahorias.
1 cucharada de harina.
tomillo.
vinagre.
sal gruesa.
sal.
pimienta negra molida.
Para la mantequilla:
180 gr. de mantequilla.
2 cucharadas de perejil picado.
2 dientes de ajo.
Elaboración
Pondremos los caracoles en una cazuela con 1 chorro de vinagre, 1 cucharada de harina y 1 puñado de sal gruesa, dejándolos unos 15 minutos, para que se purguen.
Retiraremos los caracoles de la cazuela y los lavaremos, dándoles varias aguas. Los escurriremos y los coceremos durante 5 minutos, a partir de que empiecen a hervir el agua. Los salaremos y retiraremos la espuma que hagan de vez en cuando.
Transcurrido ese tiempo, los escurriremos y dejaremos enfriar.
Los sacaremos de sus conchas, eliminando la parte oscura.
Lavaremos bien las conchas y las secaremos, reservándolas.
En una cazuela con agua, haremos un caldo con las zanahorias, la cebolla y el tomillo, sazonándolo con sal y pimienta.
Incorporaremos los caracoles, fuera de sus conchas, cociéndolos durante unos 20 minutos.
Prepararemos la mantequilla, mezclando los dientes de ajo trinchados, con el perejil, bien picado y la mantequilla.
Pondremos un poco de esta mantequilla en el fondo de las conchas, rellenándolas con los caracoles, tapándolos con la misma mantequilla y poniéndolos sobre una bandeja de horno. Los gratinaremos unos 5 minutos a 200ºC. Servir de inmediato.