Una magnífica combinación de sabores, donde daremos a los caracoles un punto picante. Además con la aportación de las setas de cardo, hacen de este plato un entrante muy sabroso.
Ingredientes
1 Kg. de caracoles Bover
1/2 kg. de setas de cardo (también podemos emplear níscalos u otro tipo de setas)
1 cucharada de pulpa de pimiento choricero (se vende envasado)
250 gr. de salsa de tomate
1 cebolla grande
3 dientes de ajo
2 guindillas
2 hojas de laurel
1 ramito de tomillo
aceite de oliva
sal
pimienta negra molida
Elaboración
Prepararemos los caracoles, lavándolos bien, dándoles varias aguas y poniéndolos en una olla alta cubiertos con agua fría, 1 ramito de tomillo y 1 hoja de laurel, poniéndolos en principio, a fuego fuerte, dejándolos cocer, a partir de arranque el hervor, durante 20 minutos, espumándolos de vez en cuando, añadiendo la sal a media cocción. De esta manera, los tendréis bien engañados. Reservaremos algo del caldo de la cocción.
En una cazuela de barro, rehogaremos el ajo con la cebolla, bien picados, hasta que empiecen a dorarse.
Añadiremos las setas troceadas, dejándolas durante 15 minutos a fuego lento.
Añadiremos los caracoles, ya cocidos y escurridos, la salsa de tomate, la cucharada de pimiento choricero, la guindilla, la pimienta negra y la hoja de laurel, rehogándolo todo bien, dejándolos cocer unos 15 minutos más, añadiendo un poco del caldo de la cocción de los caracoles.
Rectificaremos de sal y picante, si hiciese falta.