Esta es una manera de hacer la carne de membrillo, aunque es un poco larga, no es difícil y el resultado es un postre que podemos tener en la despensa para tenerlo a mano cuando lo precisemos.
Ingredientes
1 kg. de azúcar
1 kg. de membrillos
1 vaina de vainilla
agua.
Elaboración
Pondremos en la olla exprés agua a hervir y echaremos los membrillos pelados y troceados.
Cerraremos la olla, dejándola cocer, unos 10 minutos, a partir de que empiece a soplar el vapor. Si lo hacemos en una olla tradicional, emplearemos el triple de tiempo.
Una vez cocidos, los pasamos por el pasapurés o batidora, añadiéndoles un poquito de agua de su cocción, para tener un puré algo líquido.
Pondremos el azúcar con un poco de agua de la cocción de los membrillos al fuego.
Cuando el azúcar empiece a tomar color, le agregaremos el puré de membrillo y la vaina de vainilla, dejando reducir el líquido.
Se tiene que hacer a fuego suave e ir removiendo constantemente, para que no se nos queme en el fondo de la cazuela.
La duración dependerá del agua que tengan, pero por tener un poco de idea, está entre 1 hora y 3 horas; dependerá si se hacen muchos o pocos. Yo hice 1,5 kg. y estuve 1 hora y media.
Para comprobar si está en su punto; cogeremos una cucharadita de puré y la pondremos en un plato para que se enfríe un poco, le haremos un agujero en el centro y si no se junta, es que ya está lista.
Una vez espeso, se retira la vaina de vainilla.
Lo retiraremos del fuego, lo verteremos en moldes y dejaremos que se enfríe.
Al día siguiente, cubriremos la carne de membrillo con una hoja impermeable; si los hemos puesto en túpers, ya los podremos tapar.
Yo los conservo varios días en en frigorífico, después los pongo en la despensa.