Excelente entrante de marisco, donde una buena centolla nos puede acompañar en estos menús navideños. Lo podemos servir como entrante, ya que hemos preparado esta receta para dos personas. Si somos más, tenemos que multiplicarlo.
Ingredientes
1 centolla grande
15 ml. de aceite de oliva
1 diente de ajo
40 gr. de cebolla picada
20 gr. de mantequilla
1 cucharada de pan rallado
5 gotas de salsa Perry
2 cucharadas de tomate frito
1 vaso de vino blanco seco o 1 copa de brandy
Elaboración
En una cacerola coceremos la centolla, si es posible, en agua de mar y si no con agua bien salada. Deberá hervir, durante 15 minutos el agua y entonces incorporaremos la centolla, dejándola cocer unos 20 minutos (dependerá del tamaño).
Cuando esté fría, sacaremos toda la carne del cuerpo y de las patas, con cuidado de no romper el caparazón, limpiándolo por dentro.
En una sartén con aceite, freiremos la cebolla y el ajo muy picaditos.
Cuando tome color, incorporaremos el vino o el brandy, dejándolo reducir.
Añadiremos la salsa Perry, el pan rallado y el tomate frito.
Terminada esta preparación, agregaremos la carne de la centolla y todo bien mezclado, lo meteremos en el caparazón, espolvoreándolo con el pan rallado y metiéndolo en el horno precalentado, añadiendo un poco de mantequilla encima, para que se dore.
Servir de inmediato.
Tenemos que emplear para cocerlas agua bien salada. Como el agua del mar sanitáriamente no es correcta, las coceremos en 5 l. de agua con 70 gr. de sal por cada litro, al igual que el tiempo de cocción, hasta 1kg. emplearemos 17 minutos, de 1 kg. a 1,2 unos 20 minutos, de 1,2 a 1,6 kg. unos 25 minutos y de 1,6 a 2,5 kg. unos 30 minutos. De esta manera mantendréis todo el sabor de este marisco y su textura. Acompañarla con un excelente Albariño.Otro consejo, si la centolla está viva, partiremos de agua fría, para que las patas queden bien estiradas, contando el tiempo, a partir de que arranque el hervor. Si la centolla ya está muerta, la introduciremos en la olla, a partir de que el agua esté hirviendo, sacándola en cuanto el agua hierva de nuevo.