Una pizza muy diferente a lo que os podéis encontrar en muy pocos restaurantes. La llegada del otoño es propicia para elaborar esta exquisitez. Emplearemos rovellones (níscalos) pequeños.
Ingredientes
1 lámina de pasta de pizza
1 botifarra negra
300 gr de rovellones pequeños a poder ser (níscalos)
6 tomates maduros
3 dientes de ajo
1 ramito de perejil
aceite de oliva
sal
Elaboración
Rallaremos los tomates y lo freiremos en una sartén con aceite de oliva, sazonándolo con sal.
Estiraremos la masa de pizza y la cortaremos en porciones regulares rectangulares, cubriéndolas con el tomate frito.
Colocaremos los rovellones, bien limpios, sal y lo rociaremos con aceite de oliva.
Las introduciremos en el horno precalentado a 180ºC. durante 15 minutos.
Las retiraremos del horno y repartiremos por encima los ajos y el perejil picado, además de las rodajas de butifarra negra.
Las volveremos a introducir en el horno, dejándolas cocer 5 minutos más.
Podemos sustituir la butifarra negra por longaniza, si nos apetece más.