Aquí la abuela nos dejó esta exquisita receta, de una compota a base de frutas frescas y frutos secos, macerado todo con el vino tinto, que para mejorar el postre, como mínimo emplearemos uno de crianza. Además, aromatizado todo con la piel de naranja y las especies. Un postre digno de la mejor mesa navideña.
Ingredientes
2 manzanas reinetas.
2 peras.
1 membrillo.
120 gr. de ciruelas pasas.
120 gr. de orejones de albaricoque.
80 gr. de pasas de Corinto.
750 ml. de vino tinto.
250 gr. de azúcar.
1 piel de naranja.
1 ramita de canela.
2 clavos de olor.
anís estrellado.
250 ml. de agua mineral.
300 ml. de nata.
Elaboración
Pelaremos las manzanas, las peras y el membrillo, cortándolas en láminas de grosor medio.
Pondremos en un cazo el vino, el azúcar, la piel de naranja, las especies y el agua mineral.
Lo llevaremos a ebullición, bajaremos el fuego, añadiendo los orejones, dejándolos cocer durante 8 minutos.
Agregaremos las ciruelas y las pasas, dejándolas cocer durante 8 minutos más.
Incorporaremos las frutas frescas laminadas y lo dejaremos cocer todo, hasta que se ablanden un poco (unos 5 minutos más).
Retiraremos el cazo del fuego, colaremos su contenido, volviéndolo a poner en el cazo y dejándolo reducir a una tercera parte.
Lo dejaremos enfriar y con este sirope regaremos las frutas dejándolas macerar durante 4 horas.
Montaremos la nata.
Pondremos un poco en el fondo de una copa, colocando encima la compota reservada y macerada.
Si la compota la servimos en una fuente, la nata la serviremos en un recipiente aparte.