Esta receta es deliciosa, y si teneis la posibilidad de emplear caracoles blancos, que se crian en el monte, entonces el plato será expectacular. Yo hice este plato con esos caracoles, que tuve la ocasión de cogerlos en la montaña, en un pueblo de Aragón y la verdad, para chuparse los dedos.
Ingredientes
1 conejo
1 zanahoria
1 puerro
1 cebolla mediana
2 tomates maduros
80 caracoles
1 huevo cocido
2 dientes de ajo
6 almendras tostadas
aceite de oliva
sal
pimienta negra molida
romero, perejil y laurel
1 trozo de chocolate amargo
1 l. de caldo de carne
Elaboración
Cortar el conejo a trozos, lo salpimentamos y lo doramos en una cazuela con aceite de oliva.
Cortar en trocitos pequeños la zanahoria, el puerro y la cebolla y rallamos los tomates.
Cuando el conejo esté bien dorado, agregamos la verduras y las hierbas y dejamos que se cueza durante unos 10 minutos.
Después añadimos el caldo hasta cubrir el conejo; dejarlo hervir durante 20 minutos.
Lavamos los caracoles y los cocemos en agua fría con una hoja de laurel y el romero durante 20 minutos, a partir de que hiervan. Se escurren y se añaden a la cazuela, junto con el conejo y el chocolate.
Hacemos una picada con los ajos, las almendras, el perejil, la yema de huevo y un chorrito de aceite y sal.
Añadimos la picada a la cazuela y dejamos cocer durante 5 minutos más.