Como la carne de conejo es un poco insípida, si no la guisamos y aderezamos bien, la podemos llegara aburrir.Vamos a aprovechar una receta de nuestras abuelas, donde el secreto de la elaboración es en la excelente picada con la que remataremos el guiso, a base de piñones, almendras, avellanas y el diente de ajo. Nos quedará muy tierno y sabroso.
Ingredientes
1 conejo de unos 1.250 gr.
800 gr. de cebollas.
200 ml. de vino blanco seco.
aceite de oliva.
harina.
sal.
Para la picada:
1 cucharada de piñones.
1 cucharada de almendras tostadas.
1 cucharada de avellanas tostadas.
1 diente de ajo.
Elaboración
Salaremos y enharinaremos el conejo troceado. Lo pondremos en una cazuela con aceite para dorarlo. Una vez dorado lo retiraremos de la cazuela, reservándolo.
Cortaremos las cebollas en juliana fina y las añadiremos a la cazuela, en el mismo aceite, junto con el vino blanco y la sal.
Cuando la cebolla esté tierna (unos 20 minutos), volveremos a poner el conejo en la cazuela, dejándolo cocer a fuego lento, durante 45 minutos.
Unos minutos antes de acabar la cocción, agregaremos la picada, que haremos majando el diente de ajo pelado, los piñones, las almendras tostadas y las avellanas tostadas, añadiéndole un poco de agua mineral para diluir la picada. Lo dejaremos cocer 5 minutos más y ya podemos servirlo.