Continuamos pasando recetas de temporada, como es el de la sandía. Vamos a preparar un sorbete con esta fruta tan dulce y deliciosa. Además, tiene una presentación muy vistosa, ya que emplearemos la corteza de la sandía, que hemos vaciado previamente, empleándola como copa de servir, rellenándola con bolitas de sorbete.
Ingredientes
Para 8 personas
1 sandía de unos 4 kg.
200 gr. de azúcar.
200 ml. de agua mineral.
1 limón (su zumo).
1 ramita de canela.
6 cucharadas de kirsch.
1 clara de huevo.
Elaboración
Separaremos la tapa superior de la sandía y retiraremos la pulpa, procurando no romper la cáscara, ya que la utilizaremos como copa.
Para que resulte más decorativa, realizaremos unos festones redondeados o en dientes de sierra. La guardaremos en la nevera.
Eliminaremos todas las semillas negras de la pulpa, poniéndola en la batidora, por partes, ya que no nos cabría toda entera.
En una cazuela pondremos el azúcar con 200 ml. de agua mineral, calentándolo a fuego suave, para preparar un almíbar.
Le añadiremos el zumo de limón, la ramita de canela y el kirsch, dejándolo hervir, a fuego lento, durante 5 minutos, removiéndolo a menudo. Lo retiraremos del fuego y lo dejaremos enfriar, retirando la ramita de canela.
Cuando el almíbar esté frío, lo mezclaremos con el puré de sandía, poniéndolo en un recipiente que pueda ir al congelador, introduciéndolo en él.
Cada 10 minutos lo sacaremos del congelador y lo rasparemos con un tenedor, para romper los cristales de hielo de la superficie, así hasta que esté bien consolidado el sorbete.
Lo partiremos y pondremos en la batidora, reduciéndolo de nuevo a puré.
Incorporaremos la clara de huevo montada a punto de nieve al puré, de forma delicada y envolvente, introduciendo de nuevo la preparación en el congelador, durante 30 minutos más.
Transcurrido ese tiempo, formaremos bolitas de sorbete con el utensilio adecuado, colocándolas en el interior de la cáscara de sandía reservada.