Un plato bonito de presentación, sabroso y económico. Partimos ya de unas espinacas congeladas, por lo que no tenemos que esperar a que sea temporada de éstas. Luego, una vez cocidas, las mezclaremos con los piñones, el queso y la miga de pan remojada con la leche.
Ingredientes
Para 4 personas
400 gr. de espinacas congeladas.
3 huevos.
50 gr. de queso de gruyère tierno.
50 gr. de mantequilla.
1 cucharada colmada de piñones.
2 rebanadas de pan.
leche.
sal.
pimienta negra molida.
nuez moscada.
salsa de tomate.
Elaboración
Coceremos las espinacas en agua hirviendo con sal. Las escurriremos bien, presionándolas con una cuchara y las rehogaremos en una sartén con mantequilla.
Las mezclaremos con los piñones, la miga de pan remojada en leche y escurrida, las yemas de huevo, el queso rallado, la sal, la pimienta negra y la nuez moscada.
Incorporaremos las claras montadas apunto de nieve, con delicadeza, de forma envolvente.
Verteremos la preparación en un molde de corona, untado con mantequilla y lo introduciremos en el horno precalentado a 190º C., al baño María, hasta que esté cuajado (unos 40 minutos).
Lo dejaremos reposar unos minutos, lo desmoldearemos y serviremos cubierto con salsa de tomate.