Una variante de crema, en la que emplearemos tan solo yemas de huevo, harina, azúcar y leche, que serviremos en unas bonitas copas de postre. La pomos adornar poniendo en el centro una roseta de nata montada con una guinda confitada encima.
Ingredientes
Para 4 personas
4 yemas de huevo
100 gr. de azúcar
50 gr. de harina
500 ml. de leche
1 trozo de piel de limón
Para adornar:
nata montada
guindas confitadas
Elaboración
Batiremos las yemas de huevo con el azúcar en un cazo.
Cuando estén bien espumosas, añadiremos la harina tamizada. Lo removeremos enérgicamente, hasta conseguir una mezcla homogénea.
Seguidamente verteremos la leche, poco a poco, sin dejar de remover.
Añadiremos la piel de limón.
Pondremos el cazo al fuego, a fuego mínimo, sin dejar de remover. Cuando arranque el hervor, continuaremos removiendo durante unos 3 minutos.
Retiraremos el cazo del fuego, dejándolo enfriar y sin dejar de remover. Cuando esté frío del todo, lo guardaremos en la nevera.
Serviremos la crema en copas de postre, poniendo una roseta de nata montada en el centro y sobre esta, 1 guinda confitada.