Unas crêpes de origen chino, que se suelen emplear para acompañar otros platos, sean carnes o pescados. Quedan muy sabrosos por el aporte del aceite de sésamo.
Ingredientes
1 taza de agua mineral hirviendo.
250 gr. de harina.
1 cucharada de aceite de sésamo.
Elaboración
Pondremos la harina en un bol amplio y le añadiremos el agua mineral hirviendo, removiéndola con una cuchara de madera.
Cuando la masa esté tibia, la pasaremos a una mesa enharinada, a poder ser que no sea de mármol pues nos puede enfriar demasiado la masa.
Cuando tengamos una masa fina, la taparemos con un paño y la dejaremos reposar 30 minutos.
Pasado este tiempo, haremos un cilindro largo de unos 3 cm de grosor.
Cortaremos trozos de unos 2,5 cm. formando bolitas.
Las aplastaremos con la mano haciendo discos de unos 8 cm. de diámetro.
Untaremos una de las caras con el aceite de sésamo y la uniremos con otro disco también untado por una cara.
Enharinaremos las otras caras del disco y pasaremos el rodillo por encima de los 2 discos unidos formando otro disco mayor de unos 12 cm. y muy finos de grosor.
Calentaremos una sartén a fuego medio, engrasaremos el fondo con un papel de cocina, poniendo uno de estos discos.
Cuando empiece a burbujear, lo dejaremos 1,5 minutos y le daremos la vuelta dejándolo 1 minuto más. Repetiremos la operación hasta acabar la masa.
Una vez los hemos cocido los separaremos con cuidado y los pondremos amontonados en un plato pequeño.
Antes de servirlos, los pondremos encima de una rejilla sobre un cazo con agua hirviendo, cociéndolos al vapor durante 5 minutos.
Estas crêpes se emplean para acompañar otros platos como el pato lacado, etc.