Estas croquetas gustan a todos, sobre todo a los niños. Están también indicadas para las personas mayores, por su facilitad en comerlas.
Ingredientes
1/2 de pollo cocinado (asado, cocido o frito)
1 taza de aceite.
5 cucharadas soperas bien colmadas de harina.
1 cebolla.
700 ml. de leche
sal.
2 huevos.
1 taza grande de pan rallado.
Elaboración
Picaremos la cebolla en trocitos muy pequeños.
Desmenuzaremos el pollo (asado, coccido o frito), con unas tijeras de cocina, para cortarlo en trozos pequeños.
Pondremos al fuego una sartén grande con aceite el aceite y cuando esté ligeramente caliente, añadiremos la cebolla y 1/2 cucharadita de sal, a fuego lento.
Cuando la cebolla esté dorada, añadiremos el pollo. Subiremos la temperatura del fuego, a fuego medio, dándole vueltas a la cebolla y al pollo, para que se mezclen bien, friéndolos, durante unos 10 minutos.
Seguidamente añadiremos las 5 cucharadas grandes de harina, mezclándolo todo bien, obteniendo una pasta muy espesa.
Cuando lo tengamos todo bien mezclado, añadiremos la mitad de la leche y con una cuchara de palo, removeremos con energía, haciendo círculos en la sartén.
Cuando esté bien compacto añadiremos el resto de la leche, repitiendo la misma operación, removiendo con energía la cuchara haciendo círculos. De esto depende que la masa salga fina. Debemos estar, como unos 8 minutos, dando vueltas a la masa.
Cuando veamos que la masa se separa bien de el fondo de la sartén, según la vayamos moviendo, estará lista.
A continuación la colocaremos en una fuente grande de unos 3 cm.de fondo, veremos que la masa se va acoplando perfectamente a la fuente, dejándola reposar como mínimo, unas 3 horas, podemos prepararla el día anterior.
Para formar las croquetas, prepararemos un plato bien grande con el pan rallado, y otro con los 2 huevos batidos.
Con una cuchara sopera, cogerremos pequeñas cantidades de la masa y formaremos las croquetas.
Las iremos pasando por el plato con el huevo batido, rebozándolas bien por todas partes.
A continuación las pasaremos por el plato con el pan rallado, dándoles la forma, nos quedarán bastante bien formadas, si ponemos la palma de la mano encima de la masa y con delicadeza la desplazamos de una lado al otro del plato.
Cuando tengamos hecha esta operación, las iremos colocando en una fuente.
Prepararemos una sartén no muy grande con abundante aceite, como 1 taza grande, lo suficiente para que cubra por la mitad la croqueta. El aceite, en este caso, tiene que estar bastante caliente.
Las freiremos, dándoles vueltas, hasta que estén ligeramente doradas, se fríen rápidamente, teniendo en cuenta de que no se nos doren demasiado, dejándolas escurrir sobre papel absorbente.